Disfruta del ahora
Hay un gesto somnoliento en el sol
bostezando la mística del hombre.
Boca adentro, un ósculo achicharrado
sale de la caliente garganta
como el aborto de un sueño.
Afuera una luz con otra luz
deja caer la noche como un cuerpo
acorralado sobre la tierra.
No es de carne dulce en los cuentos sin luna,
ni de alas verdes cayendo sobre el suelo.
Es una tumba abierta
de realidades enlutadas,
es una procesión de soles muertos.
La anatomía quebrada de la vida
con la costumbre arrastrada,
llena de cicatrices sucias y polvorientas,
cada vez que sale del funeral de la tarde.
No es nada nuevo verla
con el placer de la muerte aborrecible
a diestra y siniestra
por acabar con el día de los cielos abstractos,
que radiantes acaban en el suicidio del horror,
para pintarse de pájaros negros por el aire,
del tiznajo de la sombra,
donde cabe el antro de la oscuridad
con la Boca de los muchos Pozos
que frezaron la inmundicia de los vivos
entregada a borbotones,
una y otra vez, en los ciclos del Ahora.
Alguno que acaba de caer como un crepúsculo
en tus ojos; tu posesión más cierta,
mientras rezas el amarillo del mañana.
Esos segundos acumulados como pertenencias
disfrutando de tu interior abismo.
Más cercanos que sentirte vivo en el horizonte.
Me encantan tus poemas, por eso siempre que vengo aprovecho para leerte. Seguiré difrutando de esos ahoras necesarios para ir paso a paso. Un gran abrazo. Daniel.
Y a mi me gusta que llegues y compartas tu tiempo y palabras que siempre agradezco con mucho cariño. Te mando un gran abrazo de orilla a orilla.