Recuerdos de una madre
Recuerdos, tesoros de mi mente,
nacieron el día que naciste, y entre
hoy y ese día aún se hace latente
las marcas que florecieron en mi vientre.
Te contaré que intenso era tu llanto,
el que calmé con tiernas palabras,
y cuando no inventé algún canto
de alegría para que no llorarás.
Aprendí a narrarte bellas historias
de grandes Reyes cuando no dormías
y gocé con tus sonidos de euforia
cuando con mis muecas te reías.
Advertí que deprisa crecías
al verte dar tus primeros pasos
y en afanosos tropiezos caías,
pero nunca te faltaron mis brazos.
Y como olvidar aquel sonido
que retumbo como un eco en mi alma,
manantial de lágrimas desprendido
al oírte llamarme, ma…ma.
Ni hablar de esas noches largas
llenas de pesar cuando te enfermabas,
horas de insomnio, horas amargas,
mientras tú en mis brazos te arrullabas.
Me enseñaste todos los roles
que en esta vida pueden haber.
Y hasta olvidé los protocoles
cuando te tuve que defender.
Hoy son los recuerdos más divinos
de un amor que siempre ha de ser.
Es el amor de madres por sus hijos,
amor que algún día habrás de entender.
Nancy Santiago Toro
Thank you very much!!!!
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