Tú, ángel sin cielo
Si hablara el mar con la noche más oscura
o la luna con el sol rodeados por estrellas,
si hablara el monte con la nube en sombras,
cuál sería el fin de su calma o de su fuerza
al aproximarse geométricos, en colisión profunda,
cómo fuera en cada uno de ellos el gesto de mundo
arrastrado y repetido en los días de la madera.
Cómo sería la impronta de la nada en un espacio
si con el humo de la chimenea que vuela
surcara las márgenes de su interior
con ademanes ciclópeos, con aliento de llama
y muy dentro poblara con destino su existencia.
Cuál sería la mirada interior hasta el exterior
si la pureza del ángel que surca el cielo,
cayera con la material forma de una vida
sobre una concurrencia de piedras en la tierra.
Dónde su cadáver o desde qué templo
sería sonido apocalíptico de trompeta
decidiendo su final de infierno o paraíso
con el verbo de Dios en su primer día.