Y ellos lo sabían…
Y se rompían las luces en la mañana,
eclipsaba la claridad con la neblina,
en el cielo el color plomizo se quebraba,
lo demás ni las nubes lo advertían,
habían migajas de sombras por los aires
o el ocaso salpicaba el gris de su fatiga,
al adentrarse en el pozo oscuro de la noche,
lo demás ni la brisa lo intuía
o era que el invierno por la esquina asomaba,
mientras hacía del otoño otra ceniza.
La tierra capturaba el sabor de aquel paisaje
y era hasta el fondo del silencio la caricia
del tiempo que pasaba con su habitual bagaje
como henchido inventario de rosas con espinas,
liberando otra estación de hojas malogradas
sin saber si eran saludo o despedida.
Las calles se rozaban con las plazas,
los tejados llegaban a otras orillas
y un perfil del redondo mundo se mojaba
con el agasajo o el esplín de la llovizna;
la tarde, ella pasaba hondamente cabizbaja
lo demás ni las estrellas lo entendían,
asomaban su leve fulgor en la ventana
de aquella cabaña con dos vidas.
Una chimenea se ahogaba en llamas,
un fuego ardía en dos sonrisas,
una entrega era nube sobre la cama
y liberaba desde la altura su caída,
afuera, el entorno se trizaba o se armaba
adentro el amor era en ellos y lo sabían.
Que bello escribes. Saludos
Muchas gracias por tus lindas palabras, un saludo cordial. Feliz Año 2021.