¡Ya vienes amor!
Hoy vendrás despojado del silencio
como si nunca lo hubieras conocido,
con la voz suelta y el frenesí de tus palabras
surcando el umbral de mis oídos.
Y dirá tu boca y exclamarán tus ojos,
y hasta tus manos hablarán con gracia su bullicio;
tu sonido besará el mío sobre el viento,
mientras un remolino de nosotros pasa implícito.
Ya sé que vienes, en mi vida te presiento,
matarás de un solo vuelo a la distancia,
será un punto negro sin puntos suspensivos
cuando tu cuerpo al fin toque esta mirada,
y entierres calendarios de fechas desiertas
que nos dirigían en dirección contraria.
Y al saberte de pronto en el escenario del encuentro,
en los momentos inimitables que en mi amor te aguardan,
mezclarás tu tiempo en la fiesta de mi abrazo
y haremos la historia aún más larga, más real,
más de presencia detenida entre los dedos,
más de pieles recurrentes bajo las sábanas.
Sí, ya vienes, te acercas, casi veo
a tu sonrisa junto al día en mi ventana
y a dos rastros de frente, más estrechos
hacia el mapa atesorado de nuestras almas
con una ruta de dos; raíz del mundo
en las mismas cosas del mañana
al compartir la totalidad de los caminos
con los pies en las huellas necesarias.
Y es que casi llegan tus pasos a los míos,
si tan solo amor… pisamos hoy la misma tierra.